Ha llegado el comienzo del fin… El fin de una etapa y el comienzo de otra que, como el ave Fénix, hace renacer de las cenizas del astio al protagonista de la historia llevándole a la conocida situación de efuria y entusiasmo pero con parte de la lección aprendida.
Qué mal rollo da el comienzo de esta entrada, verdad? Da mal rollo sobretodo por los momentos que se quedan atrás y que no volverán, ni siquiera en forma de oscuras golondrinas. Pero esta sensación de desarraigo no es nueva. En este sector en el que nos movemos el movimiento es contínuo porque el permanecer estático resulta no quedarse estático, sino ir poco a poco hacia atrás.
Una persona inteligente es la capaz de darse cuenta de sus errores y poder mirar al frente con entusiasmo y con alguna arruga más en la frente, una persona que se dice: «La próxima vez no se lo voy a poner tan fácil». Espero dentro de poco poder decir que, al menos, yo también actuo de forma más o menos inteligente.
Para finalizar el momento raro raro raro os dejo un video que a mi me da mucha energía, justo lo que necesito a partir de la próxima semana:
Por cierto, esto está muy parado, no?
En el próximo post puede que os cuente un nuevo proyecto «.es» en el que me estoy metiendo. Pero eso para otro capítulo.
Mi armadura 